lunes, 29 de octubre de 2012

Día de otoño - Rainer Maria Rilke




Día de otoño

Señor: ya es la hora. Muy largo fue el verano.
Tiende tu sombra en relojes solares
y deja que los vientos corran sobre el campo.

Ordena plenitud en los frutos tardíos;
concédeles aún dos jornadas australes,
ínstalos hacia su culminación y caza
una última dulzura en el pesado vino.

Quien ya no tiene casa no la construirá.
Quien ahora queda solo irá así largo tiempo,
y velará, leerá y escribirá cartas extensas
e inquieto vagará aquí y allá
por alamedas, cuando las hojas broten.



Herbsttag

Herr: es ist Zeit. Der Sommer war sehr groß.

Leg deinen Schatten auf die Sonnenuhren,
und auf den Fluren laß die Winde los.

Befiehl den letzten Früchten voll zu sein;

gib ihnen noch zwei südlichere Tage,
dränge sie zur Vollendung hin und jage
die letzte Süße in den schweren Wein.

Wer jetzt kein Haus hat, baut sich keines mehr.

Wer jetzt allein ist, wird es lange bleiben,
wird wachen, lesen, lange Briefe schreiben
und wird in den Alleen hin und her
unruhig wandern, wenn die Blätter treiben.



*Mi traducción castellana de este famoso poema de Rilke está dedicada a Robert Hölzel quien, en conexión con el poema de Dieter Leisegang "En soledad y solo", me llamó la atención sobre este de Rilke, al que Leisegang hace referencia.