martes, 18 de mayo de 2010

Cenotafio - Paul Celan


Esparce tus flores, extranjero, sin temor espárcelas:
las llevas abajo a las profundidades,
a los jardines.

El que debiera aquí yacer no yace
en parte alguna: yace el mundo junto a él.
El mundo que abriera sus ojos
a crespón tan diverso.

Pero él, que percibía ciertas cosas
con los ciegos, los mantuvo cerrados:
avanzó y mucho recogió:
el perfume -
quienes lo vieron no se lo perdonaron.

Se fue entonces, bebió una gota insólita:
la mar.
Los peces -
¿pasaron a él los peces?




Kenotaph


Streu deine Blumen, Fremdling, streu sie getrost:
du reichst sie den Tiefen hinunter,
den Gärten.

Der hier liegen sollte, er liegt
nirgends. Doch liegt die Welt neben ihm.
Die Welt, die ihr Auge aufschlug
vor mancherlei Flor.

Er aber hielts, da er manches erblickt
mit den Blinden:
er ging und pflückte zuviel:
er pflückte den Duft -
und die's sahn, verziehn es ihm nicht.

Nun ging er und trank einen seltsamen Tropfen:
das Meer.
Die Fische -
stießen die Fische zu ihm?

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